Imaginemos que, una mañana llegamos a nuestro puesto de trabajo y nos damos cuenta de que toda la información ha desaparecido. Datos de clientes, empleados, proyectos de innovación… no nos queda nada.
Sería un desastre, ¿verdad? La información es uno de los activos más importantes de nuestra empresa y, por eso, debemos protegerla como corresponde. Una pérdida de datos puede provenir de diferentes fuentes: ciberataques, errores humanos, fallos de software o de hardware, desastres naturales, etc.
Aunque protejamos nuestra información, este tipo de situaciones pueden darse y, si no contamos con un respaldo podemos enfrentarnos a serios problemas. Por ello, el 31 de marzo, recordamos la importancia de las copias de seguridad.
Una copia de seguridad, o backup, consiste en crear una réplica de los datos y almacenarla en un lugar seguro. De esta forma podemos tener un respaldo en caso de robo, pérdida o daño de la información original.
Además de la recuperación de los datos, las copias de seguridad tienen numerosos beneficios para las empresas. Contar con un respaldo es una forma de minimizar los riesgos, protegernos de posibles ciberataques, como el ransomware, asegurar la continuidad de negocio en caso de incidente y reducir los costes asociados.
Cuando tratamos con datos personales, además, la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD) establece una serie de requisitos de obligado cumplimiento con relación a las copias de seguridad.
En definitiva, las copias de seguridad son una garantía de tranquilidad y paz mental en lo que respecta a los datos de nuestra empresa.
Cuando hablamos de copias de seguridad podemos encontrar diferentes tipos:
Al igual que los archivos originales, las copias de seguridad también son susceptibles de sufrir incidentes de seguridad, y por eso deben protegerse adecuadamente.
Uno de los riesgos asociados a ellas es la falta de actualización de los datos que, a la hora de necesitar ser recuperados, podrían haber quedado obsoletos. Además, también son susceptibles a los ciberataques y, por ello, se deben proteger como el resto de los datos para evitar, por ejemplo, la propagación de malware a través de las mismas.
Es importante tener en cuenta la gestión de los accesos y asegurarnos de que solo las personas autorizadas pueden acceder a las copias de seguridad, ya que estas contienen información confidencial que no debe ser accesible a todos.
Para salvaguardar la información almacenada en las copias de seguridad de los riesgos mencionados y de otros posibles incidentes como fallos en el hardware o desastres naturales que puedan poner en peligro la infraestructura física donde se encuentran, es recomendable seguir la estrategia 3-2-1:
Como hemos visto, disponer de un backup de los datos de nuestra empresa es fundamental para preservar el correcto desarrollo del negocio, pero, para evitar riesgos se deben tomar una serie de medidas: